viernes, 23 de agosto de 2013

Memoria de lo absulrso

“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes”
Daniel 6.10
 

El pasado sábado 3 de Agosto, la Mesa Directiva de Casa de Luz ICM, convocó a realizar una Asamblea Congregacional Extraordinaria en los términos establecidos por los estatutos que la rigen.

El Tema Central: La ampliación del espacio del templo utilizando el área que actualmente ocupan el vestíbulo de entrada y el de la Capilla Conmemorativa, destruyendo un acervo religioso, histórico y estético que el inmueble posee para, según la propuesta, dar asiento a unos aproximadamente treinta asientos más para atender los servicios religiosos.

Obviamente, como miembro decano y protagonista del tiempo en que estos espacios fueron creados, me opuse rotundamente.

A pesar de explicar mis argumentos y expresar las alternativas más viables que preservaran las instalaciones en el contexto en que se encuentran, la decisión de la mayoría, expresada a “mano alzada” decidió derruir los muros y abrir el espacio, sin considerar las propuestas externadas como la de duplicar los servicios para atender a un mayor número de congregantes, que en planes se tiene comprendido o buscar otras alternativas que preserven el patrimonio de la Iglesia, que han hecho de este espacio un lugar digno, hermoso y funcional.

Curiosamente la Mesa Directiva se nota que está más avocada a gastar los recursos que en excedentes tiene acumulados la Tesorería, más que a atender los problemas de fondo estructurales que viene enfrentando la iglesia Casa de Luz ICM desde hace varios años: Concluir con el Registro como Asociación Religiosa ante las autoridades de la Secretaría de Gobernación y… también asegurar el patrimonio del inmueble, que por cierto aún no poseen legítimamente como propiedad y al cual pretenden nuevamente remodelar.

Es por ello que pretendo preservar en la memoria histórica de la Iglesia las razones que dieron lugar a la disposición de los espacios que actualmente existen, ante el absurdo de una decisión democrática totalmente cuestionable, pero en ningún momento refutar esta decisión que la congregación ha tomado.

Denme entonces la posibilidad de expresar en seguida, en la medida de las posibilidades de los recuerdos de las experiencias vividas, algunas de las anécdotas que dieron lugar a la creación de estos espacios que se perderán de seguir adelante con el proyecto.

Al tomar la posesión del inmueble, que por cierto estaban en pésimas condiciones, el Pastor fundador y los miembros de la Iglesia en esos tiempos activos, nos dimos a la tarea antes que nada de limpiar y levantar el escombro que se acumulaba por montones en su interior, acumulados por los posesionarios ilegales que antes la habitaban.

Una vez libres de escombros y suciedad nos dimos cuenta que el inmueble estaba construido en dos áreas principales: La entrada levantada con el tradicional sillar regiomontano (que incluye precisamente el actual vestíbulo de entrada y la capilla) con techo de teja y lodo y el resto de la construcción levantada con ladrillos y techos de concretos, en una múltiple estructura de habitaciones que los originales propietarios seguramente utilizaban como habitación familiar. El área de la entrada era utilizada originalmente como estacionamiento cerrado con un gran portón de hierro (Ver Figura 1).

Figura 1. Planos arquitectónicos de los inmuebles.

De inmediato el Pastor fundador se dio a la tarea de derruir los muros de la estructura de ladrillos y construir los accesos a través de las paredes, para tener comunicación con el inmueble arrendado, en donde se venían realizando los servicios religiosos tradicionalmente. La intención era hacer de este espacio lo más rápidamente posible, un espacio mayor para llevar a cabo los servicios religiosos en un área segura del clima extremo que impera en la localidad.

Así, los servicios se empezaron a realizar de manera precaria, pero con mucha emotividad en el nuevo espacio, sin dejar de mencionar que con muchas incomodidades por los pilares que tuvieron que dejarse para evitar que el techo se viniera abajo por falta de soporte.

Bajo estas condiciones, tuvimos la visita del Moderador General de la Fraternidad, el Rev. Troy Perry, quien consagrara este espacio para la adoración y declara una visión de futuro promisoria para la Iglesia.

Vale mencionar que el Pastor fundador, además de ser el líder espiritual de la iglesia, atendía las veinticuatro horas del día a la comunidad sin horario definido, por lo que tenía que vivir prácticamente en estas instalaciones en condiciones muy precarias.

En cierta ocasión Mariaurora Mota acudió temprano a la Iglesia para ver si el Pastor tendía alguna necesidad especial y le encontró refundido en uno de los closets que aún permanecían en pié en situación de oración.

Sorprendida le cuestionó esto y él le comentó que era una práctica cotidiana, escoger el lugar más tranquilo para realizar sus oraciones sin distracción.

Sorprendida lo comentó en la Mesa Directiva, que un servidor presidía y decidimos que tendría que haber un espacio digno para el recogimiento y la oración, no nada más para el Pastor, sino para cualquier persona que lo quisiera hacer en la intimidad.

A la convocatoria hecha por la Mesa Directiva, surgieron diversas alternativas que a los largo del tiempo fueron enriqueciéndose y creciendo en participación y creatividad artística.

Esta época estaba impregnada por una serie de acontecimientos también que fueron incorporándose al proyecto. La comunidad, y entre ellos varios miembros de la comunidad se encontraban afectados por el VIH Sida y muchos de ellos, miembros de la Iglesia, carecían de recursos para un servicio funerario digno.

Surge así que en los planes de remodelación del inmueble, este debería de contar con un espacio que pudiera ser utilizado como una capilla íntima, dedicada a la oración, a servicios pequeños como bautizos y al reconocimiento de los miembros de la comunidad que se adelantaron en el camino al reino de los cielos. Tanto así que alguien propuso que se le llamara “Aula provocatis ad reginum celorum” (Ver figura 2).


Figura 2. Proyecto de Uli Zwar para la Capilla Conmemorativa.


En la concepción del espacio participaron varios creativos, principalmente el Arq. Uli Zwar quien hiciera una propuesta arquitectónica muy apropiada, pero cierta difícil de construir y muy costosa. En su proyecto, estaban precisamente varios elementos de los que actualmente prevalecen: Iluminación a través de vitrales para darle cierta intimidad, un espacio para preservar en cinerarios los restos de quienes así lo precisaran, un hermoso altar que se construyó con un significado metafórico (el desprendimiento del alma del cuerpo para dirigirse al paraíso) (Ver Figura 3), que por cierto fue removido del espacio para integrarlo al área de alabanza; tendría también una flama eterna (proyecto inconcluso cuya roca de mármol fuera utilizada posteriormente para crear una “cápsula del tiempo” que sería abierta cuando en Nuevo León fueran reconocidos los matrimonios de personas del mismo sexo) (Ver Figura 4) y, no podría faltar el elemento agua viva en la pila bautismal.

Figura 3 Proyecto original.

Figura 4. Proyecto original.


Ya con una idea más concreta, dieron lugar los trabajos de remodelación, contemplando en el proyecto un vestíbulo de entrada al templo y la capilla de oración.

El portón de hierro de la cochera fue removido y la puerta de acceso a la Iglesia cambió de lugar para que estuviera en el centro de la fachada. Tanto la puerta principal como la de acceso a la capilla fueron retiradas y reconstruidas, preservando el estilo original que tenían. En el espacio donde se encontraba la entrada al inmueble se cerró, dejando sólo el espacio para albergar uno de los dos vitrales concebidos por Uli Zwar: uno simbolizando a Monterrey y el otro el logotipo de la Fraternidad que en este entonces estaba vigente. Los vitrales fueron realizados por los auspicios de Cuauhtémoc Reyna,  amigo de la Iglesia (Ver Figura 5).

Figura 5. Proyecto original de un vitral.


Del proyecto presentado por el Arquitecto Uli Zwar para la capilla, se tomaron los conceptos del frente de la misma y los cinerarios (mas no osarios por razones de regulaciones sanitarias) pero habría que reparar el techo de este espacio, que como mencionaba, es de sillar y paredes muy altas. Aprovechando las jornadas de trabajo social de la iglesia hermana de Houston, vinieron un equipo de personas deseosas de colaborar en la obra y se dieron a la tarea de reconstruir el techo de esta parea(Ver Figura 6 y 7).

Figura 6. Trabajando en el nuevo techo.

Figura 7. Trabando en el techo derrumbado.

Baste decir que en cuanto se pusieron en obra, al momento de poner un pie por encima del techo, éste se vino abajo con tremenda furia. Afortunadamente nadie se encontraba en el interior ni nadie salió lastimado de ello. Sirvió para derruir lo que tenía que ser arreglado, tan sólo se tuvo que retirar todo el escombro que se originó con esta catástrofe. Los trabajos se terminaron e inclusive se dejaron los pilares para la colocación de una pequeña torre para la campana que algún día sería ahí instalada.

Solucionado el problema de la techumbre y con trabes nuevas, se procedió a reacondicionar el vestíbulo y la capilla con la fachada exterior del templo (Ver Figura 8). Para el vestíbulo se instaló un techo falso para reducir la altura de la entrada y par la capilla de levantó un techo falso abovedado para que en la parte superior fuera pintada por José Maldonado una alegoría del cielo, con nubes que dan la sensación de mirar al infinito y se instaló una iluminación indirecta para que se redujera la luminosidad del espacio.

Figura 8. Proyecto arquitectónico de la fachada.

La cruz de la capilla fue realizada de propia mano por el Pastor fundador con tablones rústicos sin ningún adorno que distrajera la atención de la meditación, rodeado de lozas de roca negra alusivas a la sobriedad del espacio de conmemoración. Concluida la escultura de la base del altar por Uli Zwar y las tapas de los cinerarios con placas de mármol similar a la de esta base, se contaba con espacio hermoso y digno para los fines para los que fuera concebida.

Cabe mencionar que la base de la escultura fue cambiada de lugar para sustituir el altar principal del templo. Este, que también fuera diseñado y construido por el Arquitecto Uli Zwar, realizado con acero y restos de vidrio azul que enmarcaban el cáliz en el que fuera consagrada la comunión del primer servicio de alabanza y adoración de Casa de Luz ICM (también de color azul) iluminado desde su interior, proporcionaba una iluminación espectacular cuando se encendía durante los servicios religiosos del área. El vidrio que encapsulaba la padecería de vidrio y el cáliz, fue roto accidentalmente y en lugar de repararlo lo consideraron deshecho y lo colocaron en la Capilla Conmemorativa, que ha sido utilizada más bien como almacén de utilería.

Al pasar de los años se ha desvirtuado el uso de la Capilla Conmemorativa. Muy pocos la utilizan para la oración íntima, mucho menos por el propio Pastor. Se ha convertido en un lugar donde esconder de la vista del público los cachivaches poco utilizados. Recientemente se utiliza como cabina de control de los medios utilizados en los servicios y muchas otras cosas que no tienen nada que ver con el propósito religioso.


Para concluir, ¿qué es lo que perderá Casa de Luz ICM con esta decisión absurda? Perderemos un patrimonio religioso, cultural y artístico. No habrá más un espacio para recordar y conmemorar a quienes han partido o sufren por el VIH SIDA, no habrá tampoco un espacio de meditación y recogimiento para la oración.

También perderemos el patrimonio artístico que anteriores miembros aportaron para su lucimiento. En pocas palabras, borraremos de la historia una etapa de surgimiento que con orgullo y gran esfuerzo se construyó para engrandecer y dignificar a la iglesia.

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