“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa y
abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba
tres veces al día y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía
hacer antes”
Daniel 6.10
El pasado sábado 3 de Agosto, la
Mesa Directiva de Casa de Luz ICM, convocó a realizar una Asamblea
Congregacional Extraordinaria en los términos establecidos por los estatutos
que la rigen.
El Tema Central: La ampliación
del espacio del templo utilizando el área que actualmente ocupan el vestíbulo
de entrada y el de la Capilla Conmemorativa, destruyendo un acervo religioso,
histórico y estético que el inmueble posee para, según la propuesta, dar
asiento a unos aproximadamente treinta asientos más para atender los servicios
religiosos.
Obviamente, como miembro decano y
protagonista del tiempo en que estos espacios fueron creados, me opuse
rotundamente.
A pesar de explicar mis
argumentos y expresar las alternativas más viables que preservaran las
instalaciones en el contexto en que se encuentran, la decisión de la mayoría,
expresada a “mano alzada” decidió derruir los muros y abrir el espacio, sin
considerar las propuestas externadas como la de duplicar los servicios para
atender a un mayor número de congregantes, que en planes se tiene comprendido o
buscar otras alternativas que preserven el patrimonio de la Iglesia, que han
hecho de este espacio un lugar digno, hermoso y funcional.
Curiosamente la Mesa Directiva se
nota que está más avocada a gastar los recursos que en excedentes tiene
acumulados la Tesorería, más que a atender los problemas de fondo estructurales
que viene enfrentando la iglesia Casa de Luz ICM desde hace varios años:
Concluir con el Registro como Asociación Religiosa ante las autoridades de la
Secretaría de Gobernación y… también asegurar el patrimonio del inmueble, que
por cierto aún no poseen legítimamente como propiedad y al cual pretenden
nuevamente remodelar.
Es por ello que pretendo
preservar en la memoria histórica de la Iglesia las razones que dieron lugar a
la disposición de los espacios que actualmente existen, ante el absurdo de una
decisión democrática totalmente cuestionable, pero en ningún momento refutar
esta decisión que la congregación ha tomado.
Denme entonces la posibilidad de
expresar en seguida, en la medida de las posibilidades de los recuerdos de las
experiencias vividas, algunas de las anécdotas que dieron lugar a la creación
de estos espacios que se perderán de seguir adelante con el proyecto.
Al tomar la posesión del
inmueble, que por cierto estaban en pésimas condiciones, el Pastor fundador y
los miembros de la Iglesia en esos tiempos activos, nos dimos a la tarea antes
que nada de limpiar y levantar el escombro que se acumulaba por montones en su
interior, acumulados por los posesionarios ilegales que antes la habitaban.
Una vez libres de escombros y
suciedad nos dimos cuenta que el inmueble estaba construido en dos áreas
principales: La entrada levantada con el tradicional sillar regiomontano (que
incluye precisamente el actual vestíbulo de entrada y la capilla) con techo de
teja y lodo y el resto de la construcción levantada con ladrillos y techos de
concretos, en una múltiple estructura de habitaciones que los originales propietarios
seguramente utilizaban como habitación familiar. El área de la entrada era
utilizada originalmente como estacionamiento cerrado con un gran portón de
hierro (Ver Figura 1).
Figura 1. Planos arquitectónicos de los inmuebles. |
De inmediato el Pastor fundador
se dio a la tarea de derruir los muros de la estructura de ladrillos y
construir los accesos a través de las paredes, para tener comunicación con el
inmueble arrendado, en donde se venían realizando los servicios religiosos
tradicionalmente. La intención era hacer de este espacio lo más rápidamente
posible, un espacio mayor para llevar a cabo los servicios religiosos en un
área segura del clima extremo que impera en la localidad.
Así, los servicios se empezaron a
realizar de manera precaria, pero con mucha emotividad en el nuevo espacio, sin
dejar de mencionar que con muchas incomodidades por los pilares que tuvieron
que dejarse para evitar que el techo se viniera abajo por falta de soporte.
Bajo estas condiciones, tuvimos
la visita del Moderador General de la Fraternidad, el Rev. Troy Perry, quien
consagrara este espacio para la adoración y declara una visión de futuro
promisoria para la Iglesia.
Vale mencionar que el Pastor
fundador, además de ser el líder espiritual de la iglesia, atendía las
veinticuatro horas del día a la comunidad sin horario definido, por lo que
tenía que vivir prácticamente en estas instalaciones en condiciones muy
precarias.
En cierta ocasión Mariaurora Mota
acudió temprano a la Iglesia para ver si el Pastor tendía alguna necesidad
especial y le encontró refundido en uno de los closets que aún permanecían en
pié en situación de oración.
Sorprendida le cuestionó esto y él le comentó que
era una práctica cotidiana, escoger el lugar más tranquilo para realizar sus
oraciones sin distracción.
Sorprendida lo comentó en la Mesa
Directiva, que un servidor presidía y decidimos que tendría que haber un
espacio digno para el recogimiento y la oración, no nada más para el Pastor,
sino para cualquier persona que lo quisiera hacer en la intimidad.
A la convocatoria hecha por la
Mesa Directiva, surgieron diversas alternativas que a los largo del tiempo
fueron enriqueciéndose y creciendo en participación y creatividad artística.
Esta época estaba impregnada por
una serie de acontecimientos también que fueron incorporándose al proyecto. La
comunidad, y entre ellos varios miembros de la comunidad se encontraban
afectados por el VIH Sida y muchos de ellos, miembros de la Iglesia, carecían
de recursos para un servicio funerario digno.
Surge así que en los planes de
remodelación del inmueble, este debería de contar con un espacio que pudiera
ser utilizado como una capilla íntima, dedicada a la oración, a servicios
pequeños como bautizos y al reconocimiento de los miembros de la comunidad que
se adelantaron en el camino al reino de los cielos. Tanto así que alguien
propuso que se le llamara “Aula provocatis ad reginum celorum” (Ver figura 2).
Figura 2. Proyecto de Uli Zwar para la Capilla Conmemorativa. |
En la concepción del espacio
participaron varios creativos, principalmente el Arq. Uli Zwar quien hiciera
una propuesta arquitectónica muy apropiada, pero cierta difícil de construir y
muy costosa. En su proyecto, estaban precisamente varios elementos de los que
actualmente prevalecen: Iluminación a través de vitrales para darle cierta
intimidad, un espacio para preservar en cinerarios los restos de quienes así lo
precisaran, un hermoso altar que se construyó con un significado metafórico (el
desprendimiento del alma del cuerpo para dirigirse al paraíso) (Ver Figura 3), que por cierto
fue removido del espacio para integrarlo al área de alabanza; tendría también
una flama eterna (proyecto inconcluso cuya roca de mármol fuera utilizada
posteriormente para crear una “cápsula del tiempo” que sería abierta cuando en
Nuevo León fueran reconocidos los matrimonios de personas del mismo sexo) (Ver Figura 4) y, no
podría faltar el elemento agua viva en la pila bautismal.
Figura 3 Proyecto original. |
Figura 4. Proyecto original. |
Ya con una idea más concreta,
dieron lugar los trabajos de remodelación, contemplando en el proyecto un
vestíbulo de entrada al templo y la capilla de oración.
El portón de hierro de la cochera
fue removido y la puerta de acceso a la Iglesia cambió de lugar para que
estuviera en el centro de la fachada. Tanto la puerta principal como la de
acceso a la capilla fueron retiradas y reconstruidas, preservando el estilo
original que tenían. En el espacio donde se encontraba la entrada al inmueble
se cerró, dejando sólo el espacio para albergar uno de los dos vitrales
concebidos por Uli Zwar: uno simbolizando a Monterrey y el otro el logotipo de
la Fraternidad que en este entonces estaba vigente. Los vitrales fueron
realizados por los auspicios de Cuauhtémoc Reyna, amigo de la Iglesia (Ver Figura 5).
Figura 5. Proyecto original de un vitral. |
Del proyecto presentado por el
Arquitecto Uli Zwar para la capilla, se tomaron los conceptos del frente de la
misma y los cinerarios (mas no osarios por razones de regulaciones sanitarias)
pero habría que reparar el techo de este espacio, que como mencionaba, es de
sillar y paredes muy altas. Aprovechando las jornadas de trabajo social de la
iglesia hermana de Houston, vinieron un equipo de personas deseosas de
colaborar en la obra y se dieron a la tarea de reconstruir el techo de esta
parea(Ver Figura 6 y 7).
Figura 6. Trabajando en el nuevo techo. |
Figura 7. Trabando en el techo derrumbado. |
Baste decir que en cuanto se
pusieron en obra, al momento de poner un pie por encima del techo, éste se vino
abajo con tremenda furia. Afortunadamente nadie se encontraba en el interior ni
nadie salió lastimado de ello. Sirvió para derruir lo que tenía que ser
arreglado, tan sólo se tuvo que retirar todo el escombro que se originó con
esta catástrofe. Los trabajos se terminaron e inclusive se dejaron los pilares
para la colocación de una pequeña torre para la campana que algún día sería ahí
instalada.
Solucionado el problema de la
techumbre y con trabes nuevas, se procedió a reacondicionar el vestíbulo y la
capilla con la fachada exterior del templo (Ver Figura 8). Para el vestíbulo se instaló un
techo falso para reducir la altura de la entrada y par la capilla de levantó un
techo falso abovedado para que en la parte superior fuera pintada por José
Maldonado una alegoría del cielo, con nubes que dan la sensación de mirar al
infinito y se instaló una iluminación indirecta para que se redujera la
luminosidad del espacio.
Figura 8. Proyecto arquitectónico de la fachada. |
La cruz de la capilla fue
realizada de propia mano por el Pastor fundador con tablones rústicos sin
ningún adorno que distrajera la atención de la meditación, rodeado de lozas de
roca negra alusivas a la sobriedad del espacio de conmemoración. Concluida la
escultura de la base del altar por Uli Zwar y las tapas de los cinerarios con
placas de mármol similar a la de esta base, se contaba con espacio hermoso y
digno para los fines para los que fuera concebida.
Cabe mencionar que la base de la
escultura fue cambiada de lugar para sustituir el altar principal del templo.
Este, que también fuera diseñado y construido por el Arquitecto Uli Zwar,
realizado con acero y restos de vidrio azul que enmarcaban el cáliz en el que
fuera consagrada la comunión del primer servicio de alabanza y adoración de
Casa de Luz ICM (también de color azul) iluminado desde su interior,
proporcionaba una iluminación espectacular cuando se encendía durante los
servicios religiosos del área. El vidrio que encapsulaba la padecería de vidrio
y el cáliz, fue roto accidentalmente y en lugar de repararlo lo consideraron
deshecho y lo colocaron en la Capilla Conmemorativa, que ha sido utilizada más
bien como almacén de utilería.
Al pasar de los años se ha
desvirtuado el uso de la Capilla Conmemorativa. Muy pocos la utilizan para la
oración íntima, mucho menos por el propio Pastor. Se ha convertido en un lugar
donde esconder de la vista del público los cachivaches poco utilizados.
Recientemente se utiliza como cabina de control de los medios utilizados en los
servicios y muchas otras cosas que no tienen nada que ver con el propósito
religioso.
Para concluir, ¿qué es lo que
perderá Casa de Luz ICM con esta decisión absurda? Perderemos un patrimonio
religioso, cultural y artístico. No habrá más un espacio para recordar y
conmemorar a quienes han partido o sufren por el VIH SIDA, no habrá tampoco un
espacio de meditación y recogimiento para la oración.
También perderemos el
patrimonio artístico que anteriores miembros aportaron para su lucimiento. En
pocas palabras, borraremos de la historia una etapa de surgimiento que con
orgullo y gran esfuerzo se construyó para engrandecer y dignificar a la
iglesia.
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